La experiencia de ser padre es un reto de vida donde aprendemos de nuestros hijos y de nosotros mismos a lo largo de este camino.

Desafortunadamente, en la mayoría de los casos nadie nos enseña a amarnos a nosotros mismos desde pequeños, y como resultado, en la edad adulta, crecen nuestras inseguridades y pensamos que nuestro valor lo determinan los demás desde el exterior con sus opiniones sobre nosotros, por ejemplo.

Ese es un error que cuesta muy caro a lo largo de nuestro camino de vida. Por eso, hacerte consciente de esto te permite fortalecer tu interior y tu alma para poder irradiar confianza, seguridad y amor a los demás. Es importante que como madre comiences a amarte a ti misma y a valorarte, porque tus hijos se reflejan en ti. Así estarás fomentando en ellos el amor por sí mismos e incrementando su autovaloración como individuos. Siembra y nutre el creer y confiar en ti.

 

Ejercicio:

• ¿Permito que mi hijo escuche su voz interior?
• ¿Yo conecto con su voz interior?

Encuentra un momento en el que estéis relajados, por ejemplo, caminando durante unos minutos disfrutando del parque o de la naturaleza para que aprovechéis a hablar sobre vuestros sentimientos y pensamientos. Transfórmalo en un momento de disfrute y verás qué enriquecedoras serán esas conversaciones. De esta forma estás creando el espacio para que tu hijo saboree este tipo de experiencia y la disfrute tanto que te lo vuelva a pedir con frecuencia.

 

Frase: Conectar con tu niño interior es encontrar el guía perfecto para tu vida.
Afirmación: Me abro a la plenitud de vivir de una forma más consciente.